
Serie: Acampar en hamacas – Parte 1: Por qué es tan genial
Simple. Flexible. Gratis.
Cuando la gente piensa en acampar, suele imaginarse inmediatamente una tienda de campaña tradicional, en un claro, entre árboles, con piquetas meticulosamente clavadas y una colchoneta sobre suelo duro. Pero hay una alternativa que cada vez convence a más aventureros: acampar en hamacas.
Durmiendo libremente sobre el suelo
En lugar de lidiar con terrenos irregulares o húmedos, simplemente flotas entre dos árboles. Solo necesitas dos puntos de anclaje estables: sin postes de tienda ni montajes complicados. Y lo mejor de todo, puedes acampar en lugares donde una tienda de campaña sería impensable: sobre ríos, en pendientes pronunciadas o incluso entre rocas.
Minimalista en movimiento
Una hamaca pesa muy poco, se enrolla de forma compacta y ocupa muy poco espacio en la mochila. Esto te deja espacio para cosas más importantes: buena comida, una cámara, más agua o simplemente menos peso en la espalda.
Naturaleza pura
Duermes bajo las estrellas, sientes el viento en la cara y te despierta el canto de los pájaros. Ninguna tela de tienda te separa de la naturaleza: estás en medio de ella. Y eso es lo que hace que acampar en hamacas sea tan especial.
En el próximo post: Cómo colgar tu hamaca correctamente: con consejos sobre cómo elegir los árboles, el ángulo perfecto y la configuración para la primera noche.
¡Permanezca atento: los árboles están esperando!