
DIARIOS DE VIAJE - Microaventura con hamaca
por: Therese – Noruega
No hace falta viajar por todo el mundo para vivir momentos mágicos de senderismo.
Tengo 45 años, estoy casada, soy madre de dos hijos, tengo una carrera y una vida completamente normal, a menudo ajetreada. Precisamente por eso necesito tiempo libre con regularidad. Me encanta la vida sencilla de acampar: preparar mi cama, hacer una fogata y preparar mi comida en paz; eso es lo que me llena.
Mi aventura en hamacas comenzó en 2018, en mi propio jardín. Me emocioné desde el primer momento. Mi objetivo era claro: convertirme en campista todo el año. Para mí, eso significaba al menos una microaventura al mes.
Ya he pasado más de 50 noches en mi hamaca, la mayoría en la naturaleza urbana, justo al lado de mi casa. Aprovecho cada oportunidad que se me presenta, sin ningún problema.
Especialmente durante la pandemia, con el teletrabajo y el escaso contacto social, estas pequeñas escapadas fueron vitales para mi supervivencia. Siempre regreso con energías renovadas y feliz.
Mi ritual favorito es hacer senderismo en Semana Santa. Luego me pongo las raquetas de nieve y me aventuro al páramo durante varios días, durmiendo bajo las estrellas y despertando con el sol en la cara y el canto del urogallo.
Siempre busco nuevos lugares para acampar con glamour. Mi hamaca y mi packraft siempre los llevo conmigo.
Therese